Adolfo es un agente de seguridad de 30 años que no está pasando por su mejor época. Su novia de toda la vida le ha dejado porque lo considera un hombre sin ambición alguna y por si no fuese suficiente, tiene un problema más grande que le pisa los talones: ha descubierto que su padre es un agente secreto y se se ha convertido en el objetivo principal de un grupo de matones liderado por Vázquez, un peligroso criminal que ha escapado de la cárcel.