El nuevo largometraje del director de Cantábrico: Los dominios del oso pardo nos traslada a la gran desconocida de la Península Ibérica: la Dehesa. Un bosque único en el mundo donde descubriremos ecinas, alcornoques y quejigos, y que es el campo de batalla donde se retan los grandes herbívoros, donde cazan los sigilosos linces ibéricos y las formidables águilas, y donde las flores esconden depredadores con camuflajes sorprendentes.