Diego Padilla era un campeón de ajedrez, pero tras el estallido de la
Guerra Civil y la miseria de la posguerra se ve obligado a exiliarse en Francia. Padilla sabía el horror de perder lo más importante, la epifanía del amor en tiempos de desesperación y la miseria moral que arruinó los sueños de un hombre bueno, una persona a la que el ajedrez era su vida, pero su vida no fue sólo de ajedrez. José Luis Cuerda (todo es silencio, lengua de las mariposas) dirige esta adaptación de la novela de Julio Castedo.